5 trucos para salvar las plantas en casa
El pulgón es una de las plagas más comunes que afectan a las plantas de interior y exterior. Generalmente se detecta a simple vista –son estos pequeños bichos de color negro, blanco o verde que cubren prácticamente toda la planta, especialmente el reverso de la hoja– y si no se combate a tiempo, la mata en poco tiempo, después de ponerla enferma, devolviéndola seca y quebradiza, y marchitando sus flores. Lo positivo es que, si se detiene la situación a tiempo, se puede poner fin a esta plaga y devolver la salud a la planta.
En el mercado se ofrecen diferentes insecticidas eficaces, pero por suerte podemos elegir remedios naturales. Hay trucos y recursos caseros de eficacia demostrada. Los repasamos.
Agua y jabón. Con una mezcla de agua y jabón –el de los platos, por ejemplo, o el jabón potásico en una solución de 20 ml por cada litro de agua– se puede eliminar el pulgón. Eso sí, primero hay que quitarles insectos de la planta con agua a presión, por ejemplo, y después pasar con delicadeza la mezcla por doquier, especialmente el reverso de las hojas. Al día siguiente es necesario volver a hacerlo. Puede ser laborioso, pero los resultados son buenos.
Infusión de ajo. El ajo tiene muchas propiedades bactericidas, fungicidas e insecticidas, pero también se puede emplear en la lucha contra las plagas en las plantas. Para combatir el pulgón se aconseja calentar agua con trozos de este alimento y dejarla reposar durante 24 horas. En continuación, se utiliza un bote -preferiblemente en forma de spray- y se pulveriza sobre la planta para ayudar a retirar el pulgón. Se puede hacer durante cuatro o cinco días y después descansar.
Vinagre de vino. Otro de los remedios naturales más eficaces por su acción insecticida. Se recomienda utilizar el vinagre de vino porque es más fuerte y tiene mayor cantidad de ácido en la composición, pero también se puede utilizar el de manzana. Eso sí, debe diluirse en el agua para no hacer daño a la planta. Basta con añadir 10 ml de vinagre a un litro de agua. Luego se pulveriza la planta, especialmente en las zonas infectadas.
Ortigas. La planta de la ortiga también posee propiedades insecticidas y fungicidas, por eso se utiliza desde la antigüedad para combatir las plagas. Para hacer un extracto se necesitan 500 gramos que se meten en un cubo de 5 litros de agua. Se dejan durante 15 días hasta que fermenta y el agua queda oscura y huele mal. Luego se recoge el líquido y se mezcla una parte con cinco partes de agua. Se pulveriza directamente sobre la planta con pulgón.
Tabaco. Las sustancias contenidas en el tabaco, entre ellas la nicotina, también pueden ser eficaces para combatir el pulgón. Para utilizarlo es necesario coger cuatro puñados de tabaco de liar y dejarlos reposar con un litro de agua durante dos días. Después, durante cinco o seis días, el líquido resultante se aplica para limpiar la planta y retirar el insecto manualmente hasta que desaparece.