Reproducción asistida con donación de gametos: el impacto emocional de tomar decisiones apresuradas
Cuando nos enfrentamos a la difícil decisión de recurrir a la donación de gametos para cumplir el sueño de ser padres, muchas mujeres y parejas lo hacen bajo una presión emocional intensa. Este tipo de tratamientos supone aceptar que el futuro bebé no compartirá tu carga genética, un hecho que puede desencadenar emociones profundas y complejas.
Sin embargo, en el afán de concebir, muchas veces tomamos decisiones sin haber procesado estas emociones ni haber aceptado lo que representa esta pérdida, lo que puede llevar a sentimientos de desconexión, arrepentimiento, o rechazo hacia el futuro bebé. A este duelo se le denomina Duelo genético.
El peso de las propias expectativas, así como las de ámbito social y familiar juegan un papel importantísimo en la decisión de este tipo de tratamientos. Muchas veces, tras meses o años luchando contra la infertilidad, los numerosos tratamientos fallidos, y los abortos recurrentes, se decide poner un punto y final a tanto dolor y sufrimiento, tomando decisiones apresuradas para conseguir que el dolor cese.

Decidir bajo expectativas externas
La maternidad es aún considerada una meta esencial, pues sigue siendo parte de la identidad femenina en muchas culturas, y combinada con las circunstancias actuales de nuestra sociedad donde ésta se ha visto postergada, nos encontramos frente un sentido de urgencia para quienes han de afrontar dificultades reproductivas. Este entorno puede llevar a que muchas mujeres y parejas tomen decisiones de manera precipitada, impulsadas por el miedo a «ser padres» o a «quedarse atrás» en comparación con su entorno, siendo la ovodonación o la donación de embriones la solución rápida y definitiva.
Esta prisa por actuar puede silenciar las verdaderas emociones que acompañan a la decisión de recurrir a un donante. Los sentimientos de pérdida y frustración, así como el temor al rechazo, suelen quedar sin explorar, pues se fija la atención en conseguir el objetivo, cuando en realidad es un proceso que requiere de una preparación emocional cuidadosa.
La importancia del duelo genético: aceptación y preparación emocional
La donación de gametos implica un cambio profundo en la idea de ser padres por tener que enfrentarse a una realidad que nunca se había imaginado. No compartir la genética es un cambio que despierta, en numerosas ocasiones emociones complejas, para aceptar la nueva forma de parentalidad.
Renunciar a tu propia genética significa atravesar un duelo que permita realizar un proceso de transformación de los miedos, dudas y la multitud de preguntas sin respuesta que surgen en la mente.
Sin este proceso de duelo previo, es más probable que surjan en el futuro sentimientos de desconexión, dudas sobre la elección tomada e incluso rechazo hacia el futuro bebé, especialmente si los padres no se sienten en paz con esta decisión.
Este tipo de duelo es un paso que a menudo se pasa por alto, pero resulta esencial para construir una base emocional sólida y evitar futuros arrepentimientos.
Acompañamiento terapéutico: una guía para transitar el duelo genético
El acompañamiento terapéutico antes de iniciar un tratamiento de donación de gametos se vuelve fundamental. Un terapeuta especializado en este tipo de duelo ayuda a tomar una decisión que no esté únicamente basada en el deseo de cumplir un sueño, sino en la convicción de que se está emocionalmente preparado para construir un vínculo genuino.
Durante el proceso de duelo, el terapeuta ayuda a validar los sentimientos de pérdida, frustración, o miedo al rechazo, y a trabajar en ellos desde un espacio seguro y sin juicios, evitando sorpresas emocionales que podrían surgir en el futuro.

Construyendo una relación consciente y amorosa con el futuro bebé
La donación de gametos es una elección que va más allá de la genética y se basa en el amor, la entrega, el respeto, el compromiso, en definitiva el maternaje. Sin embargo, para que esa relación se construya de forma saludable, es fundamental que los futuros padres se encuentren en paz consigo mismos y con la decisión tomada.
Este proceso de aceptación y preparación emocional no solo beneficia a los padres, sino que crea un ambiente positivo para el futuro hijo, donde pueda sentirse completamente aceptado y amado tal como es.
Al final, el vínculo que se forme con el bebé no dependerá de la genética, sino de la capacidad de los padres para aceptarlo plenamente, desde la claridad y la paz interior.
La donación de gametos es una opción valiosa para muchas mujeres y parejas que desean ser padres, pero también es una decisión que exige un proceso emocional profundo. La presión social y el tiempo a menudo intentan acelerar esta decisión, pero la etapa del duelo, es una etapa ineludible para construir una relación saludable y consciente con el futuro bebé.
Escribe: Anna Ferré (www.annaferre.com)
www.albertosimoncini.com