Serrapeptasa

Cuando llega el momento de disolver la crisálida y permitir la salida de la mariposa en ella contenida, el gusano de seda emplea una enzima proteolítica denominada serrapeptasa que se encuentra en su intestino. También aprovecha el alto poder que tiene esta enzima para descomponer las proteínas y favorecer la digestión de las hojas de morera, único alimento que le permite la vida.

Gracias a las investigaciones llevadas a cabo en Japón, hoy sabemos que la serrapeptasa, comparada con otras enzimas proteolíticas, es más eficaz en el tratamiento de los procesos inflamatorios, equiparando sus beneficios a los de los fármacos utilizados convencionalmente, como la aspirina y el ibuprofeno, con la ventaja de que la serrapeptasa está exenta de efectos secundarios.

Después de haber estudiado científicamente sus aplicaciones terapéuticas, numerosos laboratorios en todo el mundo han empezado a producirla para poder disponer de ella en forma de suplemento dietético. La materia prima para este uso es de origen bacteriano y se obtiene a partir de la fermentación controlada de la cepa Serratia spp.

 

Antiinflamatoria y analgésica

De la misma manera que esta enzima digiere la crisálida, puede descomponer aquellas acumulaciones que se van formando en el organismo, asociadas la mayoría de veces a procesos inflamatorios. En los tejidos afectados se genera habitualmente una retención de líquidos, donde se depositan sustancias de desecho y compuestos pro-inflamatorios como determinadas aminas, responsables de la sensación de dolor. La serrapeptasa ayuda a disolver ese estancamiento y bloquear la liberación de dichas sustancias perjudiciales, favoreciendo de esta manera una descongestión general.

Las acumulaciones mantenidas durante un tiempo, pueden llegar a solidificarse formando quistes, o a nivel cardiovascular coágulos sanguíneos y placas arteriales, lo cual es más grave, ya que aumenta el riesgo de sufrir infartos o ictus. La actividad de la serrapeptasa contribuye tanto a la disolución de los quistes como a la de los coágulos. Sus efectos beneficiosos se extienden también al tratamiento de la flebitis y la tromboflebitis.

En el sistema respiratorio, un ejemplo frecuente de retención e inflamación simultáneas son las sinusitis y bronquitis, sobre las cuales la serrapeptasa ejerce un efecto mucolítico, ayudando a eliminar las retenciones de mucosidades que son un verdadero caldo de cultivo para el crecimiento de bacterias patógenas.

Se ha comprobado también la eficacia del uso terapéutico de esta enzima en determinadas enfermedades reumáticas como la artritis reumatoide y la artrosis.

Aliado en la salud de la mujer

Otro ejemplo de congestión sufrido por muchas mujeres es el que afecta al delicado tejido mamario, vulnerable a alteraciones causadas mayoritariamente por desequilibrios hormonales que se manifiestan en forma de hinchazón, dolor, o directamente en la formación de quistes, como la mastopatía fibroquística. En este último caso se ha observado que el empleo de la serrapeptasa disminuye remarcablemente el dolor y la tumefacción de las mamas.

También es eficaz en la disminución de la congestión que suele producirse durante el periodo de la lactancia, en el que frecuentemente se generan complicaciones como la mastitis o inflamación de las glándulas mamarias, infecciones y las muy molestas grietas en los pezones.

Dosis y precauciones

La serrapeptasa se comercializa en las tiendas de herbodietética en forma de cápsulas. La dosis recomendada se sitúa entre 20.000 y 60.000 UI al día, que puede incrementarse bajo la supervisión de un profesional. Es importante tomarla alejada de las comidas para que el efecto enzimático deseado no se pierda actuando sobre la digestión.

Esta enzima se puede utilizar con seguridad. No se han descrito contraindicaciones o efectos secundarios relacionados con su uso.

 

Carlotta Bernardini

Dietista y naturópata

Salir de la versión móvil