¡Para cuidar las encías!

Cómo fortalecerlas de forma natural

Los trastornos bucales o dentales son la primera enfermedad que existe en el mundo: todos los años se registran más casos que los de un simple resfriado. Algunos alimentos contribuyen a cuidar de las encías y prevenir gingivitis y periodontitis, gracias a sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antibacterianas.

Textos: Laura Torres*

Ocho de cada diez personas tienen las encías inflamadas

Las encías sanas tienen un aspecto rosado y firme. En cambio, las encías inflamadas aparecen hinchadas y enrojecidas. Y pueden sangrar cuando muerdes una manzana o cuando te cepillas los dientes. La inflamación del tejido que rodea el diente es consecuencia de la acumulación de placa bacteriana.

Esta placa suele ser debida, como veremos, por una higiene o cepillado insuficiente o incorrecto. El resultado es lo que los dentistas odontólogos llaman «periodontitis» o enfermedad de las encías.

En estos casos el mejor tratamiento es prevenirla con un buen cepillado, pero también algunos alimentos pueden mejorar el estado de las encías, reforzando la inmunidad y combatiendo la oxidación, tal como lo confirman diversos estudios.

Alimentos para las encías inflamadas

Para prevenir o frenar el avance de una gingivitis o inflamación de las encías, conviene seguir una alimentación rica en alimentos antioxidantes. Algunos de

ellos, como la vitamina C, los carotenoides, los flavonoides o las catequinas son especialmente útiles. También son de ayuda frente a la enfermedad periodontal las vitaminas del grupo B y los ácidos grasos omega-3.

Para potenciar la salud de las encías, estos son algunos de los alimentos más interesantes que podemos incluir en tu alimentación:

  • Alcachofa. El corazón de la alcachofa, rico en compuestos fenólicos, antocianinas y silimarina, es especialmente antioxidante.
  • Apio. El apio estimula la producción de saliva gracias a su contenido en ácido málico, con lo que contribuye a prevenir la placa bacteriana.
  • Té verde. Las catequinas del té verde tienen acción antioxidante y antibacteriana.
  • Cebollino, brócoli, uva y plátano. El cebollino combina vitamina C, carotenoides y flavonoides, que actúan como un eficaz antioxidante y también están presentes en esos otros vegetales citados.
  • Zanahoria. La zanahoria aporta fibras útiles y betacarotenos antioxidantes.
  • Espárrago. El espárrago es rico en vitaminas B1, B2, B3, B6, B9, C y E. También aporta betacaroteno y minerales antioxidantes.
  • Zumo de arándanos. Tomar arándanos en zumo evita la producción de ácidos y glicanos por las bacterias, lo que previene las caries y problemas periodontales.
  • Frutos secos. Las nueces y el resto de frutos secos aportan ácidos grasos omega-3. Son ricos en antioxidantes y contribuyen a prevenir enfermedades metabólicas, como la diabetes y cardiovasculares, a menudo asociadas con la enfermedad periodontal.
  • Cebolla cruda. La cebolla es antibacteriana cuando se consume cruda gracias a sus compuestos azufrados.
  • Más fibra. Hoy se sabe que un mayor consumo de fibra equivale a un menor riesgo de periodontitis.

Otros remedios naturales para la periodontitis

La periodontitis también podemos tratarla con homeopatía (enjuagues con tinturas madre o TM de ciertas plantas), además de aceites esenciales y las limpiezas con el dentista.

  • En procesos agudos se puede tomar el remedio homeopático Mercurius solubilis 5CH (3 gránulos 3 veces al día), hacer enjuagues con medio vaso de agua, 10 gotas de TM de caléndula y 10 gotas de TM de echinácea.
  • En procesos crónicos se usan Hekla Lava 5CH, Kreosotum 5CH y Siegesbecka 5CH: 10 gránulos de cada uno puestos en un cuentagotas de 30 ml junto con agua mineral. Se agita y se toman 20 gotas 3 veces al día, durante 3 meses.
  • Puedes enjuagarte cada mañana con 1 cucharada de aceite de sésamo durante unos 20 minutos y luego escupir. Es lo que se conoce como oil pulling, que también se hace con aceite de coco (ver Integral 458 y 491).

El cuidado dental

Sería interesante poder cepillarnos los dientes después de cada comida, pero al menos conviene que los cepillemos a fondo dos veces al día. También hay que usar un enjuague bucal antibacteriano e hilo dental o cepillos especiales para prevenir la inflamación de las encías. Además es muy recomendable hacer una limpieza dental profesional al año.

CAUSAS DE LA GINGIVITIS

Bacterias. La gingivitis apenas duele y es causada por bacterias en la cavidad bucal. Si no te cepillas los dientes correctamente, las bacterias se multiplicarán porque se alimentan de los residuos de comida que quedan entre los dientes.

Placa. Estas bacterias forman la placa dental y producen ácidos y toxinas que pueden inflamar las encías,es decir, la gingivitis. Esta no siempre provoca sangrado, porque la inflamación se produce en bolsas que se forman entre las encías y los dientes, por lo que el cepillado no llega al foco de la inflamación y no se ve sangre al cepillarse los dientes.

El cepillado. Además de una higiene bucal descuidada, la inflamación de las encías también puede ser causada por cepillarse los dientes con demasiada intensidad. Frotar demasiado fuerte o usar cerdas demasiado duras puede dañar las encías.

Las heridas son un caldo de cultivo para las bacterias, lo que promueve la inflamación y las infecciones.

Si tienes encías sensibles, usa un cepillo de dientes con cerdas suaves.

Señales que revelan las encías inflamadas

Los síntomas más frecuentes que indican que las encías están inflamadas son:

– Enrojecimiento e hinchazón de las encías

– Encías sangrantes al cepillarse los dientes u otro contacto

– Encías blandas

– Mal aliento que no desaparece

REMEDIOS NATURALES PARA HACER EN CASA EN CASO DE ENCÍAS INFLAMADAS

Disponemos de remedios caseros la mar de eficaces:

1. Infusión de malvavisco

Las raíces de malvavisco (Althaea officinalis) contienen sustancias que forman mucílagos. Al beber la infusión de malvavisco, estas sustancias mucosas se depositan como una película protectora en las membranas mucosas de la boca, la garganta y el estómago y se quedan allí durante mucho tiempo.

Para preparar la infusión:

  1. Pon 2 cucharaditas de flores y hojas secas de malvavisco (en herbolarios) en 250 ml de agua recién hervida.
  2. Espera 15 minutos y cuela.

Bebe la infusión en pequeños sorbos. Puedes tomar 3 o 4 tazas al día.

2. Infusión de arándanos

Los arándanos tienen un efecto antiinflamatorio y antibacteriano. Su infusión se utiliza para enjuagarse la boca y masajearse las encías después de cepillarte los dientes. El masaje lo puedes hacer con el propio cepillo, muy suavemente, o con un dedo:

  1. Vierte 1 cucharada de arándanos secos sobre 1 taza de agua fría.
  2. Llévala a ebullición y luego deja que repose durante 10 minutos.

Utiliza esta infusión para enjuagarte la boca, hacer gárgaras y masajearte las encías después de cepillarte los dientes.

Si quieres que el efecto sea más rápido, puedes hacerte el masaje cada hora.

3. Zumo de limón

El jugo de limón tiene propiedades antiinflamatorias y antisépticas que pueden ayudar a aliviar la gingivitis. La acidez del limón evita que las bacterias se multipliquen y regula el nivel de pH en la boca, lo que también alivia el mal aliento.

  1. Mezcla el jugo de medio limón con una taza de agua tibia.
  2. Enjuágate la boca con ella, pero no tragues la mezcla.

Haz este enjuague dos veces al día, pero no con demasiada frecuencia, sólo en curas puntuales, ya que el ácido puede atacar el esmalte.

4. Manzanilla

La manzanilla posee un efecto calmante y desinfectante sobre las encías inflamadas. Prepara una infusión de manzanilla durante 5 minutos y utilízala para enjuagarte la boca varias veces al día.

5. Enjuague bucal de aceite de coco (oil pulling)

El aceite de coco contiene ácido láurico, que se puede utilizar eficazmente contra bacterias y patógenos. Para combatir o prevenir la inflamación de las encías:

  1. Toma una cucharadita de aceite de coco y deja que se derrita en la boca.
  2. Empuja el aceite con fuerza de un lado a otro en la boca y haz que pase entre los dientes durante cinco a diez minutos. Esto le permite llegar a todas las áreas del diente.

Se recomienda practicar cada día o, al menos, dos veces a la semana.

6. Bicarbonato de sodio y agua oxigenada

La combinación de bicarbonato y agua oxigenada es muy eficaz contra las encías inflamadas. Tiene efecto antibacteriano y reduce la placa.

  1. Mezcla 1 cucharadita de bicarbonato de sodio con 2 cucharaditas de agua oxigenada y 1 taza de agua tibia.
  2. Después de cepillarte los dientes por la noche, enjuágate la boca durante unos dos minutos con esta preparación.

No uses la mezcla más de dos veces al día, ni tampoco muchos días seguidos, pues podría dañar el esmalte. Úsala solo en curas puntuales.

7. Vinagre de manzana

Otro remedio casero popular para las encías inflamadas es el vinagre de sidra de manzana. Diluye dos cucharaditas de vinagre en un vaso de agua y haz gárgaras con la mezcla aproximadamente media hora antes de cepillarte los dientes.

Este enjuague oral natural tiene efecto antibacteriano, es antiinflamatorio y estimula la formación de saliva, pero, al igual que el caso anterior, es importante no hacerlo a diario —sólo puntualmente—, porque podría dañar el esmalte.

8. Los probióticos

Hemos anotado uno (Lactibiane bucodental), adecuado para combatir la halitosis, caries dental y «molestias de cavo oral». El contenido anunciado es de las vitaminas C y D, una cepa microbiótica (LB Paracasei LA 802) edulcorante y aroma natural de menta. Hay bastantes más, pero tampoco es imprescindible dejarlo todo en manos de los laboratorios. Recordad que tenemos…

¡Alimentos crudos!

Además de mantener una buena higiene con el cepillado y los enjuagues bucales, cuidar la alimentación es básico. El médico naturista Dr. Pablo Saz nos recuerda que no se trata sólo de llevar una alimentación equilibrada que mantenga en forma las defensas y que incluya alimentos recomendados para el cuidado dental, sino también de recordar que la dieta debe incorporar una buena proporción de alimentos crudos que hagan trabajar a los dientes y las encías.

Al morder una pieza de fruta entera estiramos con los dientes. Machacar raíces, moler granos y semillas… es también bueno para los dientes. Y es que, de hecho, no hay mejor cuidado de los dientes que simplemente el hacerlos útiles con la comida apropiada: una comida, como decíamos, que los haga trabajar, cruda en un 70%.

Y un último apunte: comerse un coco, en sentido práctico y literal, puede ser una forma ideal de cuidar los dientes: beber su agua, masticar la pulpa y con el aceite hacer los enjuagues de las mañanas.

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