La obesidad infantil

La obesidad es uno de los problemas de salud mas serios en países ricos, ya que condiciona la aparición de las enfermedades degenerativas, que son la principal causa de muerte y enfermedad en las sociedades desarrolladas: cardiovasculares, diabetes, hipertensión…
Y hoy en día afecta ya a nuestros hijos y adolescentes. Con una alimentación natural y equilibrada el peso tendría que mantenerse regular a medida que vayan creciendo. Pero la forma de vida que existe hoy en día no induce a ello.!

Textos: Montse Bradford*

Desorden en la alimentación

Nuestros hijos consumen más y más comida precocinada, en especial platos «fast-food», con alimentos artificiales, repletos de azúcares refinados, grasas saturadas, calorías vacías, colorantes y condimentos totalmente químicos. Todos estos alimentos les conducirán directamente a la obesidad, a la desmineralización, debilidad, decaimiento y falta de autoestima.

Este desconocimiento del valor de una alimentación sana y natural conduce directamente a regímenes y patrones de conducta muy peligrosos (bulimia, anorexia y otros desórdenes alimentarios), que en el momento en que están ya establecidos son muy difíciles de cambiar y necesitaremos mucha paciencia, amor, constancia y perseverancia para ayudarlos.

Pero para llegar a estos momentos tan extremos, se han tenido que pasar por muchas etapas anteriormente, y como padres, ya hemos podido intuir que algo tenía que cambiar.

Es importante pues, que nos mantengamos presentes con el comportamiento y necesidades de nuestros hijos, orientándoles desde pequeños y encauzándoles hacia una alimentación natural; garantía de que podrán crecer sin obesidad, con una piel sin manchas, granos ni impurezas, tengan la edad que tengan. ¡Y sintiéndose fuertes, energéticos y con figuras envidiables!

Muchas obesidades se solucionarían en gran medida si se le dedicara más tiempo y valor a la cocina. Es una rueda sin principio ni fin: Al desvalorarse el cocinar, no le dedicamos tiempo, ni atención, ni amor.

 

Comer sin generar obesidad

Compramos platos rápidos, parcial o totalmente cocinados, en los que, para satisfacer nuestro paladar, añaden gran cantidad de sal, condimentos salados, aceite y grasas… Y que generan, a todos los que los comen, unos pocos segundos de satisfacción a nivel sensorial, pero también problemas de salud a largo plazo.

Tenemos que aprender a cocinar de nuevo, a volver a los valores del pasado, simplemente adaptados a nuestra vida de ahora. Si nuestros hijos padecen obesidad empezaremos por adoptar formas de vida más saludables:

  • Cocina simple casera a diario.
  • Cenar temprano (como mínimo dos horas antes de acostarse). El cenar muy tarde les producirá estancamiento, acumulación, les engordará, debilitará el sistema nervioso y les quitará el hambre para un buen desayuno.
  • Para cenar temprano es mejor no merendar o tomar un refrigerio muy ligero, para no matar el hambre de la cena. Se puede cenar temprano y luego tomar un poco de compota de fruta, o alguna bebida caliente si es conveniente compartir la mesa con la familia.
  • Seguir una pauta de comidas diarias equilibrada, como mínimo 3 veces al día.
  • Buen desayuno en casa, almuerzo (en la escuela o en casa), cena en casa.
  • Masticar bien, con conciencia de lo que se come. Y disfrutarlo.
  • No comer snacks durante el día, especialmente antes de ir a dormir,
  • Hacer una cena equilibrada, especialmente optar por la proteína de origen vegetal.
  • Cuantas más comidas podamos hacer en casa, mejor. Vale la pena intentarlo.
  • Las comidas del colegio son altas en sal, aceite y grasa. Hay que equilibrarlo en el desayuno y la cena casera.

Alimentos que engordan a nuestros hijos

  • Horneados (pan, galletas, pizzas, bollería…)
  • Azúcares refinados, chucherías, bebidas gaseosas azucaradas, helados…
  • Toda clase de excesos de grasas saturadas de origen animal (carnes, embutidos, huevos, lácteos)
  • Sal cruda, condimentos salados y snacks salados (patatas fritas, etc…)
  • Comida fast-food (hamburguesas, patatas fritas, pizzas, bocadillos, pasteles…)
  • Exceso de fritos y aceite.
  • Alimentos ahumados de origen animal.

Algunas sugerencias que les pueden ayudar a equilibrarse:

1 ÉNFASIS EN LAS VERDURAS

Es importante empezar a valorar a nuestras amigas las verduras. No se comen las suficientes. Hay que deleitarnos y utilizar toda clase de ellas y hacer de ellas la mayor parte de nuestras comidas. Lo importante es saberlas preparar. Por ejemplo, si tan sólo presentamos a nuestra familia verduras al vapor, ¡en pocos días nadie se las va a comer! Pero si estas mismas verduras están salteadas rápidas y se les añade tacos de tofu ahumado o seitán, o algunos frutos secos, o semillas, o de hierbas aromáticas frescas, o maíz, etc… todo el mundo se las comerá. ¿O puede que las queramos hacer a la plancha, estofadas o al horno? Hay una gran variedad de recursos.

Ensaladas. Utilizar a diario ensaladas con variedad de hortalizas e incluir rabanitos (crudos o escaldados) o nabo rallado crudo y germinados de alfalfa. Es importante eliminar ingredientes muy salados (como las olivas muy saladas, o bien, en el caso de los no vegetarianos, otros ingredientes, como los huevos duros, anchoas, atún, y por supuesto, embutidos y quesos).

Las verduras nos aportan un efecto de alcalinidad en la sangre que no nos dan otros alimentos.

Para poder perder peso las prepararemos de forma ligera y serviremos una generosa cantidad, será la proporción mayor en el plato.

Usaremos más verduras depurativas como brócoli, judías verdes, berros, puerros, apio, espárragos, nabos, rabanitos, remolacha, champiñones, y verduras dulces (como calabaza, zanahoria, cebolla, chirivía, coliflor, etc.).

Reducir la sal, los aliños salados  –y el aceite, todo lo posible– al cocinarlas y a la hora de servir.

 

2 LAS PROTEINAS

Los niños y adolescentes necesitan proteínas; sus cuerpos están creciendo, desarrollándose y el problema de la obesidad es el exceso de grasas saturadas (carnes, hamburguesas, embutidos, quesos), altos en grasas saturadas y combinados con exceso de sal y azúcares refinados.

Daremos proteínas de origen vegetal y cocinadas de formas apetitosas, sencillas y que «hablen en el lenguaje de nuestros hijos», según la edad que tengan. Variedad de proteínas vegetales como las legumbres, seitán, tofu, tempeh. Los no-vegetarianos pueden darles pescado un par de veces a la semana. Los vegetarianos pueden incrementar el resto de fuentes proteicas habituales, junto a las combinaciones de alimentos que aumentan su valor proteico, como los cereales con las legumbres.

 

3 LAS VERDURAS DEL MAR

  • Las algas nos aportan efectos muy depurativos y remineralizadores. Su uso es insustituible en cualquier alimentación sana y natural. Son recomendables las más ligeras, como:
  • Wakame, dulse y arame. Éstas necesitan tan solo ser remojadas 2-3 minutos e integrarse a cualquier plato, desde ensaladas a salteados de verduras, sopas, etc..
  • Agar agar. Es importantísima para depurar. Se puede encontrar en el mercado en forma de copos, barras o tiras. Podemos remojarla o macerarla y utilizarla en ensaladas. O cocerla con zumos de frutas durante 10 minutos, para confeccionar deliciosas gelatinas, mousses y jaleas.
  • Nori en sushis, troceada para guarniciones en sopas, ensaladas…
  • Espagueti de mar, en platos de verduras, con champiñones, con ajo y perejil…

 

4 LOS CEREALES INTEGRALES

Nuestro cuerpo necesita carbohidratos de buena calidad, como los de los cereales integrales, para poder obtener energía y vitalidad. Si los omitimos, desearemos: pan, pastelería, consistencias secas, densas, crujientes, productos animales, snacks salados… que no nos ayudaran a llegar a nuestra meta final: depurar y aligerar el organismo.

Consumiremos pequeñas cantidades de cereales integrales en cada comida, en forma de ensalada con verduras, o en formas ligeras y refrescantes.

Los cereales mas indicados son: la cebada, el arroz integral de grano largo o basmati y la quinoa. También pequeñas cantidades de pasta integral, polenta, cuscús o bulgur se pueden utilizar para crear variedad en nuestra cocina diaria.

 

5 LAS FRUTAS y ZUMOS

Las frutas son importantes para depurar. Pero os recuerdo que cualquier acción extrema repercutirá con efectos y reacciones extremos. Por ejemplo, si una vez por semana queremos sustituir la comida habitual por frutas o licuados. Los efectos en el organismo dependerán de si comemos fruta cocida o cruda, porque se creará un efecto diferente:

La fruta cocida, compotas, al vapor…  nos dará un dulzor intenso, nos relajará y saciará el sabor dulce que nuestro cuerpo desea. Es incomparablemente mejor comer compotas (tanto de fruta fresca o seca, o una buena combinación de ambas), que pastelería y azúcares refinados.

Al cocer la fruta añadiremos unos granitos de sal marina y bastante ralladura de limón o naranja. También utilizaremos especies como la canela, el clavo, el jengibre o la vainilla natural.

La fruta fresca nos depurará, limpiará y refrescará. No nos dará el dulzor intenso que nos aporta la fruta cocida, pero es esencial tanto para comer, como en zumos o en licuados.

Las mejores horas para tomar frutas frescas o zumos son por la mañana al levantarnos o durante la mañana. Y las frutas cocidas mejor por la tarde y la noche.

Las bebidas depurativas. Empieza cada día a tomar por la mañana un licuado de:

  • zanahoria
  • zanahoria y manzana
  • zanahoria, manzana y apio
  • zanahoria con un poco de jengibre rallado
  • zanahoria y remolacha.

 

6 LOS ENDULZANTES NATURALES Y LOS POSTRES

Si queremos utilizar endulzantes, son recomendables los procedentes de cereales, como la miel de arroz, melaza de cebada y maíz, amasake, que no tienen tantas calorías como los azúcares refinados.

Para utilizar algún sustitutivo de lácteos, recomendamos leche de arroz, de quinoa, o pequeñas cantidades de leche casera de almendras.

SI HAY OBESIDAD, Y SE NECESITA PICAR, UTILIZA:

  • Tiras de verduras (apio, zanahoria, nabo, pepino…) • Fruta cruda • Fruta cocida (compotas, vapor….) • Frutos secos (pasas, albaricoques, manzanas secas…) • Licuados de verduras y frutas
  • Ensaladas • Compotas de verduras dulces.

Los buenos postres caseros nos satisfarán y nos harán olvidar el dulce comercial, las chucherías… ¡y todo el azúcar que está enmascarado incluso hasta en la salsa de tomate!

 

LAS COMIDAS DEL COLE

Hasta hace pocos años los niños iban a casa a comer, tenían un poco de descanso y a la vez se regalaban con una comida casera.

Hoy en día todo ha cambiado,  la mayoría de niños comen su almuerzo en la escuela. Esto no debería de ser un problema, ya que podría ser un momento social con los compañeros para distenderse y conocerse más. Pero desafortunadamente se ha convertido en una preocupación diaria para padres concienciados e interesados en el valor de la alimentación.

A los niños se les da un exceso de alimentos basados en proteína animal, con grasas saturadas (carnes y lácteos), aparte de carbohidratos vacíos con azúcares refinados y postres. Puede que el cuerpo emocional / sensorial los desee, pero no el cuerpo físico.

Los menús de las escuelas están cada vez más desequilibrados. Puede que en una comida haya una sopa de garbanzos de primero (proteína), seguido de un bistec con patatas fritas de segundo (más proteína y grasa), seguido de unas natillas, flan o yogur (mas grasa y calorias). Nuestro cuerpo ¡no necesita tan sólo alimentarse de proteína!   También se les da un exceso de sal y aceite, con lo que cambiamos el paladar del niño y lo habituamos a enmascarar el sabor natural de los alimentos naturales, que después en casa probará y rechazará por encontrarlos sosos.

 

EL EQUILIBRIO DE NUESTRO CUERPO Y DE CADA COMIDA

tendría que basarse en: • Carbohidratos, en forma de cereales integrales • Proteína, primordialmente vegetal (o pescado, en el caso de los no-vegetarianos) • Mucha variedad de verduras frescas y estacionales • Minerales, en forma de verduras del mar)

  • Semillas y frutos secos • Productos fermentados, como encurtidos o picles caseros.

La salud integral no solo incluye la alimentación. Es importante que el niño se sienta incluido en el grupo de compañeros, no excluido y apartado por comer diferente. Flexibilizar, complementar energéticamente…

  • Si al mediodía come pasta blanca, en la cena le daremos cereal integral.
  • Si en la escuela le dan pescado, en casa puede tomar proteína vegetal.
  • Si ha comido leguminosas en el colegio, en casa puede tomar tofu o seitán.
  • Si ha comido arroz blanco, en casa le podemos dar pasta integral.
  • Si ha comido ensalada, a la cena le daremos verdura cocida.
  • Y siempre compensando con muchas verduras variadas, cocinadas de muy diversas formas, y complementadas con cereales integrales, proteína, semillas y algas.

Brochetas de verduras al agridulce

4 personas

Ingredientes:

2 mazorcas de maíz

3 zanahorias, 2 nabos, 2 calabacines (todo cortado a rodajas gruesas)

varios tomates cherry

olivas negras sin hueso

brochetas de madera para verduras

sal marina,

ramitas de romero(opcional)

para la salsa agridulce:

½ taza de agua

2 c.s. de miso blanco

1 c.s. de aceite de sésamo tostado 2 c.s. de jugo concentrado de manzana

3 c.s. de vinagre balsámico o de arroz.

 

  1. Hervir las mazorcas con abundante agua y una pizca de sal. El tiempo de cocción dependerá si son congeladas

(4-5 minutos) o frescas (20 minutos). Cuando estén completamente cocidas cortarlas a rodajas gruesas.

  1. Hacer el resto de las verduras

(a excepción de los tomates cherry) al vapor (10 minutos) con una pizca de sal marina.

  1. Alternar todas las verduras cocidas,

el maíz, los tomates y las olivas en las brochetas. Colocarlas en una fuente plana de horno. Verter la salsa y dejar macerar ½ hora. Intercalar el romero fresco con las brochetas.

  1. En un horno precalentado, calentar las brochetas durante 10 minutos.

Verter más salsa encima para que no se sequen. Servir inmediatamente.

Ensalada de quinoa crujiente

2-3 personas

Ingredientes:

1 taza de quinoa

2 zanahorias ralladas gruesas

½ manojo de rabanitos cortados finos

1 taza de pepino cortado a cuadritos

½ taza de maíz

2 c.s. de semillas de girasol ligeramente tostadas

perejil crudo cortado fino.

para el aliño:

1-2 c.s. de miso blanco

1 c.p. de aceite de sésamo tostado

1 c.p. de mostaza

1 c.s. de jugo concentrado de manzana

1 c.s. agua

 

  1. Lavar la quinoa varias veces con agua fría. Escurrirla bien y tostarla en una sartén sin aceite durante varios minutos hasta que los granos estén secos.
  2. Colocarla en una cazuela con dos tazas de agua, el maiz y una pizca de sal marina. Tapar y hervir a fuego mínimo, durante 15 minutos. Colocarla en una ensaladera y dejarla enfriar.
  3. Añadir las zanahorias ralladas y escurridas, los rabanitos, pepino, semillas y perejil mezclar bien.
  4. Confeccionar el aliño y servir por separado.

Quiche de anacardos con champiñones

3-4 personas

Ingredientes:

1 bloque de tofu fresco

1 bloque de tofu ahumado

2 puerros (cortados a lo largo, lavados y cortados finos)

2 tazas de champiñones (cortados a láminas)

1/3 taza de anacardos

2-3 c.s. de miso blanco

aceite de oliva virgen extra, una pizca de sal marina

albahaca fresca y seca.

 

  1. Saltear los puerros con un poco de aceite y una pizca de sal marina durante 5 minutos. Añadir los champiñones y la albahaca seca al gusto, saltear sin tapa hasta que todo el jugo de los champiñones se haya evaporado (aprox. 5-10 minutos)
  2. Desmenuzar ligeramente los bloques de tofu y pasar por la batidora con un poco de agua hirviendo, el miso blanco y 2 c.s. de aceite de oliva, hasta obtener una consistencia espesa tipo paté.
  3. Mezclar en una fuente para hornear la crema de tofu, con las verduras y los anacardos. Procurar que todo quede bien mezclado.
  4. Hornear a temperatura media durante 45 minutos.

Dejar enfriar y servir con la  albahaca fresca.

Flan de algarroba y naranja

2-3 personas

Ingredientes:

1 y ½ taza de amasake (pudding dulce de arroz)

2-3 c.s. de crema de algarroba y avellanas

2 c.s. de copos de agar-agar

una pizca de sal

1 c.s. de kuzu (espesante natural)

1 c.p. de ralladura de naranja

 

  1. Calentar los 4 primeros ingredientes, con 1 y ½ taza de agua. Dejar cocer a fuego medio bajo durante unos 10-15 minutos.
  2. Diluir el kuzu con un poco de agua fría, añadirlo al líquido, dejar cocer 3-4 minutos. Apagar el fuego y añadir la ralladura de naranja.
  3. Colocar la mezcla caliente en flaneras y dejar enfriar. Desmoldar y servir.

Copa de crema dulce con frutas

2-3 personas

Ingredientes:

1 taza de frambuesas, 2 melocotones,

2 kiwis, 1/3 de melón dulce, (todo cortado a trozos medianos)

pizca de sal

3 tazas de leche de arroz

endulzante natural, canela en rama

la ralladura de una naranja y su jugo

2-3 c.s. de harina de maíz (o arruruz) para espesar.

 

  1. Cortar toda la fruta a trozos medianos, añadir el zumo de naranja y una pizca

de sal, dejar macerar media hora o más.

  1. Calentar la leche de arroz con la canela, la ralladura y endulzante al gusto. Diluir el espesante con un poco de agua fría y remover constantemente hasta que espese. Dejar enfriar totalmente.
  2. Repartir la mitad de la fruta macerada en el fondo de copas individuales.

Luego una capa con la crema dulce

y a continuación el resto de la fruta. Servir frío.

Macarrones con champiñones y brócoli

2-3 personas

Ingredientes:

2 tazas de macarrones integrales

2 puerros cortados a lo largo, lavados y cortados finos

un manojo de brócoli cortado a flores pequeñas

1 taza de champiñones cortados a láminas finas (rociados con un poco de zumo de limón)

3 c.s. aceite de oliva virgen extra

sal marina

salsa de soja

una pizca de orégano seco

cebollino cortado fino

 

  1. Cocer la pasta con abundante agua hirviendo y una pizca de sal durante 7-10 minutos. Lavar con agua fría y escurrir bien.
  2. Hervir el brócoli durante 3 minutos. Lavar con agua fría y escurrir.
  3. Saltear los puerros con aceite de oliva y una pizca de sal, sin tapa, a fuego medio/ bajo durante 5 minutos.

Añadir los champiñones y una pizca de orégano seco y saltear hasta que su jugo se haya evaporado.

  1. Añadir el brócoli hervido y la pasta al salteado. Mezclar bien durante 2-3 minutos más.

Servir caliente con los cebollinos frescos cortados finos.

* Montse Bradford es experta de nutrición Natural y Energética. Escritora y terapeuta de psicología Transpersonal y Vibracional, imparte seminarios por toda Europa.

Galardonada con el PREMIO VERDE 2008, por su trayectoria profesional a favor

de la alimentación responsable y desarrollo sostenible.

Web: www.montsebradford.es  Tel. 618287484

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