La estabilidad emocional a través de los alimentos dulces naturales

«En los tres meses de otoño todos los seres de la naturaleza alcanzan la madurez, el clima o la energía del cielo se refresca, el viento comienza a agitarse, es el punto de cambio donde el yang o activo del verano se transforma en su opuesto yin o pasivo. En esta época del año es aconsejado ir a dormir con la puesta del sol y levantarse cunado nace. Es importante mantenerse en calma y en paz, evitando la depresión, para que el transito hacia el invierno se haga de forma suave. El espíritu y la energía deben ser mantenidos  focalizados y centrados. La energía del pulmón debe estar limpia y en calma.»

Extraído del clásico de la medicina China Neijing.

La Macrobiótica basada en el  yin y yang como lente -que nos permite un discernimiento lúcido con respecto a todos los fenómenos cambiantes de nuestro medio ambiente- utiliza la teoría de las cinco transformaciones de la energía aplicable a todos los aspectos de nuestra vida. En función de cada estación, de la atmósfera local, las necesidades personales únicas, a la hora de nutrirnos tiene también en cuenta si estamos sanos, enfermos o convalecientes, para planificar nuestra optima adaptación al medio ambiente externo y a nuestro propio medio interno.

Según la teoría de las 5 transformaciones de la energía, tenemos 5 estaciones relacionadas con los 5 elementos. A la estación después del verano se le denomina verano tardío, conocida también como el veranillo Indio en América o veranillo de San Miguel en España, y se asocia con el elemento tierra. La energía de esta transformación es neurálgica para la vida yconstituye la energía que se manifiesta previa a cada cambio de estación, es decir, durante 17 días en los dos solsticios y en los dos equinoccios.

“Por el veranillo de San Miguel están los frutos como la miel”  Refrán popular.

El verano tardío es un momento donde la muy expansival energía que deviene del verano se va volviendo más contractiva y descendente, con dirección a la tierra; es la energía para enraizarnos, volver a nuestro centro, direccionarnos y focalizarnos, para fluir con el cambio de dirección del aire que se avecina, más fresco y ventoso, al que le seguirá el invierno y así sucesivamente.

Por analogía podemos comparar la energía del verano tardío con la de una esponja empapada de agua. Hemos nutrido nuestro cuerpo durante el estío con muchos líquidos, frutas y alimentos crudos y jugosos. Cuando llegan las primeras corrientes frescas, el cuerpo empieza a contraerse y el efecto esponja consiste en eliminar el exceso de líquidos y alimentos de carácter enfriante. Por esto si continuamos nutriéndonos igual que en verano, nos res-friamos, es decir, sufrimos el doble de frío.

La cocina de verano tardío o cocina de tierra es una cocina que nutre y equilibra las funciones del estómago, bazo y páncreas. Si clasificamos los alimentos según las 5 transformaciones, diríamos que a la transformación agua le corresponden en general las legumbres, a la transformación árbol las verduras verdes, al fuego las frutas, al metal las algas y a la transformación tierra los cereales (integrales y en grano).

Los cereales integrales en grano pasan a través del estómago para ser digeridos primero en el intestino delgado y, posteriormente, absorbidos y transformados en glóbulos rojos y otros fluidos. Nada que ver con lo que sucede con los cereales refinados (harina, arroz blanco, azúcar, hielo, bebidas frías), que son absorbidos directamente por el estómago y entran en la sangre y fluidos corporales prematuramente, dando como resultado una sangre más débil y ácida que debilita el sistema linfático (bazo) y el equilibrio del azúcar en la sangre (páncreas).

Si echamos un vistazo a la huerta, esta época del año presenta una plétora de calabazas, cebollas, manzanas y verduras dulces que cocinadas solas o junto con cereales integrales como el mijo y legumbres como los garbanzos proporcionan a nuestros órganos de tierra estabilidad, inmunidad y dulzura y generan sabiduría y consideración por todos los seres que nos rodean. ¿A que no podías imaginar que la calabaza que nutre especialmente el bazo esté relacionada con la compasión?

Las verduras de raíz fueron creadas por la fuerza o energía del cielo, las verduras de hoja, los arbustos pequeños y los árboles altos y grandes fueron creados por la fuerza de la tierra. Las verduras redondas son creadas por la fuerza del cielo y de la tierra en la misma proporción, lo que las convierte en las más equilibradas que nutren de energía los órganos centrales —estómago, bazo, páncreas—. Asimismo, estos órganos son nutridos por el mijo, las algas arame, las manzanas dulces y los garbanzos.

Cuando padecemos un desequilibrio en tierra, podemos sentir alteraciones a nivel físico y emocional. A nivel físico, es posible padecer problemas de úlcera, gastritis, diabetes, cáncer de linfa y de páncreas, hipoglucemia, desórdenes del apetito.  Estos órganos son los encargados de la digestión, tanto la púramente orgánica como los constantes cambios en la vida. Otra clave para detectar que estos órganos no están en equilibrio, es el deseo visceral por lo dulce después de las comidas o a media tarde, que a su vez nos lleva a  experimentar cambios de humor o de energía vital.

A nivel emocional adoptamos y desarrollamos un comportamiento de víctima, desconfiado, indeciso, dependiente, preocupado de forma exagerada; no somos capases tomar decisiones sonre nuestra vida cotidiana, necesitamos apoyo y atención de un modo dependiente y casi adictivo. Fallan la concentración, la atención y la dirección porque somos víctimas de constantes cambios de humor. En líneas generales padecemos falta de confianza en la vida y la sensación de no ser sostenido.

Los alimentos yang de textura seca y dura, así como las situaciones de vida en las que nos vemos envueltos muchas veces con igual dureza, austeridad y sequedad, dañan notablemente estos órganos. Por tanto un entorno cuidado, maternal, dulce y suave arropará positivamente y fortalecerá las cualidades del elemento tierra y sus órganos correspondientes.

Si los órganos de tierra están en equilibrio, gozamos de una visión más compasiva, comprensiva, generosa, maternal y cuidadora. El elemento tierra representa esa fuerza femenina que cuida y protege.

La Macrobiótica basada en el  yin y yang como lente -que nos permite un discernimiento lúcido con respecto a todos los fenómenos cambiantes de nuestro medio ambiente- utiliza la teoría de las cinco transformaciones de la energía aplicable a todos los aspectos de nuestra vida. En función de cada estación, de la atmósfera local, las necesidades personales únicas, a la hora de nutrirnos tiene también en cuenta si estamos sanos, enfermos o convalecientes, para planificar nuestra optima adaptación al medio ambiente externo y a nuestro propio medio interno.

Según la teoría de las 5 transformaciones de la energía, tenemos 5 estaciones relacionadas con los 5 elementos. A la estación después del verano se le denomina verano tardío, conocida también como el veranillo Indio en América o veranillo de San Miguel en España, y se asocia con el elemento tierra. La energía de esta transformación es neurálgica para la vida yconstituye la energía que se manifiesta previa a cada cambio de estación, es decir, durante 17 días en los dos solsticios y en los dos equinoccios.

“Por el veranillo de San Miguel están los frutos como la miel”  Refrán popular.

El verano tardío es un momento donde la muy expansival energía que deviene del verano se va volviendo más contractiva y descendente, con dirección a la tierra; es la energía para enraizarnos, volver a nuestro centro, direccionarnos y focalizarnos, para fluir con el cambio de dirección del aire que se avecina, más fresco y ventoso, al que le seguirá el invierno y así sucesivamente.

Por analogía podemos comparar la energía del verano tardío con la de una esponja empapada de agua. Hemos nutrido nuestro cuerpo durante el estío con muchos líquidos, frutas y alimentos crudos y jugosos. Cuando llegan las primeras corrientes frescas, el cuerpo empieza a contraerse y el efecto esponja consiste en eliminar el exceso de líquidos y alimentos de carácter enfriante. Por esto si continuamos nutriéndonos igual que en verano, nos res-friamos, es decir, sufrimos el doble de frío.

La cocina de verano tardío o cocina de tierra es una cocina que nutre y equilibra las funciones del estómago, bazo y páncreas. Si clasificamos los alimentos según las 5 transformaciones, diríamos que a la transformación agua le corresponden en general las legumbres, a la transformación árbol las verduras verdes, al fuego las frutas, al metal las algas y a la transformación tierra los cereales (integrales y en grano).

Los cereales integrales en grano pasan a través del estómago para ser digeridos primero en el intestino delgado y, posteriormente, absorbidos y transformados en glóbulos rojos y otros fluidos. Nada que ver con lo que sucede con los cereales refinados (harina, arroz blanco, azúcar, hielo, bebidas frías), que son absorbidos directamente por el estómago y entran en la sangre y fluidos corporales prematuramente, dando como resultado una sangre más débil y ácida que debilita el sistema linfático (bazo) y el equilibrio del azúcar en la sangre (páncreas).

Si echamos un vistazo a la huerta, esta época del año presenta una plétora de calabazas, cebollas, manzanas y verduras dulces que cocinadas solas o junto con cereales integrales como el mijo y legumbres como los garbanzos proporcionan a nuestros órganos de tierra estabilidad, inmunidad y dulzura y generan sabiduría y consideración por todos los seres que nos rodean. ¿A que no podías imaginar que la calabaza que nutre especialmente el bazo esté relacionada con la compasión?

Para equilibrarnos en este periodo entre el verano y el invierno, deberíamos seguir estos consejos alimenticios:

  • Evitar los alimentos crudos, más propios de las estaciones calurosas. Es hora de introducir calor en el interior por medio de cocciones mas largas.
  • Eliminar totalmente azúcares simples y alimentos azucarados, no solo porque enfrían el organismo, sino también porque desequilibran los niveles de azúcar en sangre dañando el páncreas. Cuando este sufre una sobrecarga de trabajo, el vaivén de subidas y bajadas se manifiesta en altibajos emocionales, que conllevan a irritabilidad y ansiedad.
  • Comer más mijo, único cereal alcalino, sin gluten y muy versátil en la cocina: es el cereal de la concentración, el cereal del otoño que ayuda a eliminar excesos de humedady líquido del organismo, muy útil a la hora de tratar desórdenes de peso cuando se deben al exceso de humedad.
  • Introducir las algas arame, naturalmente dulces. Incluso la sola agua del remojo sirve de té que equilibra a las personas con desórdenes de azúcar en sangre.
  • Recuerda que dulce y azúcar no es lo mismo. Elimina radicalmente el azúcar: sobrecarga el páncreas, crea subidas rápidas y altas que ni siquiera son proporcionales a las bajadas (suelen ser el doble); un vaivén que causa estados emocionales adictivos.
  • Los cereales integrales crean centro y dirección, son la energía opuesta al azúcar y a los edulcorantes simples, de cadenas moleculares cortas. Los cereales integrales entran al torrente sanguíneo muy lentamente y en este proceso crean estabilidad.

Otros consejos para restablecer la energía de tierra y mantenerla vibrante:

  • Encuentra el tiempo necesario para comer de forma consciente y pausada; la comida debe ser bien masticada en un espacio de tranquilidad que nos permita saborear y disfrutar. Es fundamental para el buen funcionamiento del estómago y del aparato digestivo que comamos siempre sentados incluso si se trata de un tentempié. Cuando comemos de pie o lo hacemos en tensión y rápido, desequilibramos las funciones de los órganos de tierra.
  • Masticar concienzudamente es la clave para una buena digestión y también para digerir bien la vida. La saliva es alcalina, cuando ensalivamos bien contribuimos a la alcalinización del organismo.
  • El exceso de actividad mental consume la energía del bazo, agota el organismo y nos desconecta de la tierra. En cambio, la meditación y cualquier actividad que nos lleve a sentir el cuerpo, a sentir sensaciones corporales sea danzar o cualquier manifestación artística que estimule el hemisferio derecho nos equilibra y restablece. Si notamos que no nos podemos concentrar o focalizar, la manera más acertada de conseguirlo es realizar una actividad física, caminar descalzos en la tierra, hacer un poco de jardinería, caminar en un campo de arroz o maíz para descargar la energía electromagnética y conectarnos con la tierra.
  • Da gracias cada día: la gratitud nos lleva a la confianza y la confianza nos lleva a experimentar la seguridad y el equilibrio necesarios en la vida.

A continuación te dejo recetas que te van ayudar a transitar hasta el invierno y que te van a proporcionar nutrición estable y duradera. Es nuestro deber comprender   los movimientos de la tierra para conducir nuestra nave en la dirección que más convenga a nuestro destino. Siempre sostengo que saber qué comer y cómo cocinarlo es un arte sagrado que hay que recuperar.

 

LAS RECETAS

Vamos a empezar con el té de verduras dulces, una preparación que genera relajación y estabilidad y ayuda a equilibrar los niveles de azúcar en sangre. Debería tomarse a media mañana y sobre las 4 o 5 de la tarde, momento donde se experimenta una bajada de azúcar y apetecen dulces azucarados.

Ingredientes:

  • 30 gr de zanahorias.
  • 30 gr de calabaza.
  • 30 gr cebolla.
  • 30 gr de col repollo
  • 1 litro de agua
  1. Cortar a partes iguales las 4 verduras en cubos pequeños.
  2. Llevar al fuego con el agua. Hacer hervir, bajar el fuego y cocer a llama baja durante 20 minutos.
  3. Colar. La verdura se puede utilizar como relleno para croquetones y sopas.
  4. Guardar en el frigorífico y calentar cada vez que se tome.

El té puede durar 3 días en la nevera, al cuarto día ya empieza un proceso de fermentación opuesto a lo que buscamos.

Mouse de castañas pilongas

Las castañas pilongas, a diferencia de otros frutos secos, son ricas en carbohidratos, muy bajas en calorías y no poseen a penas grasas. Son ideales para mantener los niveles de azúcar estables en la sangre.

Ingredientes:

  • 100 gr de castañas pilongas.
  • 100 gr de calabaza dulce.
  • Una pizca de sal.
  1. Dejar a remojo las castañas un par de horas.
  2. Cocer en la olla rápida durante 15 minutos.
  3. Incorporar la calabaza y cocer durante 20 minutos más o hasta que las castañas estén totalmente blandas.
  4. Triturar y servir.

Ajo arriero vegetal

Relaja los órganos centrales y genera concentración y cremosidad.

Ingredientes:

  • 2 vasos de mijo lavados.
  • 4 vasos de agua.
  • 6 cebollas cortadas a medias lunas.
  • 2 vasos de florecitas de coliflor.
  • Una cantidad generosa de aceite de oliva virgen.
  • Sal al gusto.
  1. Lavar y remojar el mijo toda la noche.
  2. Agregar aceite en una sartén y saltear las cebollas a medias lunas hasta que estén transparentes. Saltear la coliflor.
  3. Cocer en una olla a presión el mijo, la cebolla salteada y la coliflor, la pizca de sal, 10 min a fuego alto, 20 min a fuego bajo en fuego pequeño y llama muy pequeña.
  4. Una vez terminado, triturar, servir caliente con pimienta o nuez moscada.

Pastel de mijo, calabaza y coliflor con aderezo de cacahuete.

Plato otoñal nutritivo de los órganos centrales, muy bueno en caso de hipoglucemia o diabetes.

Ingredientes:

  • Un vaso de mijo.
  • 3 vasos de agua.
  • 100 gr de calabaza.
  • 100 gr de coliflor.
  1. Lavar el mijo y reservar.
  2. Cortar la calabaza y la coliflor a trozos grandes. Cocer todo al tiempo con una pizca de sal, primero a fuego alto, luego a fuego bajo tapado con difusor durante 40 min.
  3. Verter sobre un molde y aderezar.

Aderezo

Plato otoñal nutritivo de los órganos centrales, muy bueno en caso de hipoglucemia o diabetes.

Ingredientes:

  • Un vaso de pasta de cacahuete.
  • Un vaso de caldo o agua caliente.
  • Un poco de salsa de tamari.
  • Un chucrut.
  1. Hacer un puré mezclando los ingredientes.
  2. Cubrir el pastel y añadir por encima chucrut.

Sopa tipo kimpira

Sopa fortalecedora que debería tener la consistencia de un guiso sustancioso, es quizá uno de los guisos más reconstituyentes de la macrobiótica.

Ingredientes:

  • Bardana, zanahoria, loto, cebolla, calabaza, aceite de sésamo, miso blanco, mugí y miso.
  1. Cortar a partes iguales zanahoria y bardana, y si se tiene, raíz de loto en cerillas o corte kimpira.
  2. Pincelar ligeramente una olla con aceite de sésamo, o agregar una pequeña cantidad de agua si no se usa aceite.
  3. Con fuego a medio/alto, saltear la bardana 3 min con una pizca de sal marina.
  4. En este orden, añadir primero la zanahoria y arriba la raíz de loto. Cubrir con agua y hervir, reducir la llama, tapar y cocer al mínimo mucho tiempo (40min a 1h), hasta que todas las verduras se hayan ablandado.
  5. Agregar la cebolla y la calabaza, cocinar hasta que la calabaza esté blanda y rectificar de agua. Extraer un poco de caldo y mezclar a partes iguales los dos miso. Agregar de nuevo este caldo a la sopa y cocer 5 min más.
  6. Servir con perejil o cebollino.
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