La coliflor en la cocina

La coliflor es uno de los tipos de col más populares por su sabor suave. Además es una hortaliza a la que los niños pueden acostumbrarse porque se presta a preparaciones muy ricas. Y es una verdura rica en vitaminas, minerales y antioxidantes. La coliflor, como el resto de la familia de las coles, es excelente para la salud. ¡Y podemos hacerla más digestiva!

Textos: Laura Torres*

En la cocina la podemos hornear con queso o bien, si somos veganos, aliñada y acompañada de un puñado de almendras crudas, o ligeramente tostadas. La pasamos por la batidora y obtendremos una crema deliciosa. Cada planta de coliflor sólo puede producir una cabeza.

  • Se puede picar, saltear y servir como si fuera arroz. Incluso se puede comer cruda en ensalada.
  • Y para que conserve la mayor cantidad posible de principios activos saludables, lo mejor es cocinarla al vapor o saltearla un momento en un wok.
  • Pero no hay que cocinarla hasta que los ramilletes queden desechos porque una buena parte de sus nutrientes se perderá.
  • ¡Siempre fresca! La coliflor no se puede almacenar por mucho tiempo y es mejor consumirla fresca. Se conservará en el frigorífico unos cuatro o cinco días. No guardes la coliflor cerca de frutas y verduras que liberan etileno, un gas que acelera la maduración. Además de las manzanas, también emiten gases las peras, los aguacates, los melocotones, las ciruelas y los tomates.
  • Floretes. Los pequeños floretes de la coliflor son en realidad los botones florales de la «flor de col», de ahí el nombre.
  • De colores. Tradicionalmente, la coliflor es blanca, pero también hay coliflores verdes, moradas y naranjas.
  • Las hojas de coliflor también son aptas para el consumo.

Cómo se cuece una coliflor

Para que una coliflor salga buena y apetitosa se elegirá muy blanca, de grano prieto y dura al tacto, preferentemente de troncho corto. A menos que se cueza entera, se troceará separándola primero por ramos, y al llegar al centro por pedazos, puesto que en el centro los ramitos son más pequeños y apretados.

La parte florida de la coliflor se cuece enseguida, en cambio los tallos o el troncho necesitan más de tiempo. Pero si se pelan los tallos ligeramente, arrancando con un cuchillo fino la corteza que los envuelve en sentido hacia la flor, la coliflor se cocerá perfectamente.

Se lavará en agua fresca con el zumo de medio limón, y se pondrá a cocer con abundante agua y sal, sumergiéndola cuando rompa el hervor. Quienes quieran que se conserve blanca la hervirán a borbotones y destapada; otro truco consiste en mojar una rebanada de pan con leche y ponerla a cocer junto con la coliflor. Cuando los tallos estén tiernos y flexibles se retira la cacerola del fuego y se vierte ipso facto en agua fría para que la coliflor no siga cociéndose.

Se sacan con cuidado los ramitos para no romperlos y se van depositando en un escurridor o sobre una servilleta. Finalmente se terminan de guisar o preparar al gusto.

Tempura. Una vez así cocida, la coliflor es muy fácil de rebozar y freír. Se pasan por harina, se envuelven en huevo batido y se fríen con abundante aceite de oliva, dejándolas escurrir sobre una parrilla y finalmente sobre un trapo o papel de cocina. La coliflor es uno de los ingredientes esenciales de la tempura macrobiótica y con ella pueden prepararse buñuelos.

Ya se sabe que frita será muy apetitosa, pero menos saludable, así que os invitamos a presentarla igualmente atractiva, pero esta vez sin freír: por ejemplo acompañada de algún queso o de una buena salsa (mahonesa, tomate, o una bechamel, una deliciosa con almendras y piñones como la que describe Simone Ortega en su famoso libro.

Crema de almendras y coliflor

Ingredientes para 2-3 personas:

2 cebollas cortadas finas
½ coliflor cortada a trozos pequeños

aceite de oliva virgen extra y sal marina
almendras (ligeramente tostadas y troceadas)
leche de arroz o avena
perejil crudo y nuez moscada

 

1. Sofreír las cebollas con el aceite y una pizca de sal marina durante 10-15 min.

2. Añadir la coliflor, agua que cubra un tercio del volumen de las verduras, otra pizca de sal marina y nuez moscada al gusto.

3. Tapar y cocer a fuego medio-bajo, durante 15-20 minutos. Hacer puré.
4. Equilibrar su espesor al gusto, añadiendo leche de arroz o avena. Servir con almendras y perejil.

Brochetas de verduras con cuscús de coliflor

Para 4 personas

Tiempo elaboración: 60 minutos

Dificultad: media

Para las bolitas de tofu (llevarán dos cada brocheta):
200 g de tofu blando
el zumo de media naranja
1 aguacate
3 cucharadas de pipas de girasol
1 cucharada de semillas de sésamo + 2 cucharadas para el rebozado

Para las brochetas:

8 tomates cherry
2 zanahorias medianas
1 berenjena pequeña
1 calabacín pequeño
1 mango
4 champiñones
8 bolitas de tofu

Para la salsa de maceración:
3 cucharadas de vinagre de umeboshi (o de manzana)
6 cucharadas de aceite de oliva
2 cucharadas de salsa de soja
1 diente de ajo
albahaca
Para el cuscús:
½ coliflor
sal y aceite

1. Primero se hacen las bolitas de tofu. Molemos en un molinillo de café las semillas de girasol y la cucharada de sésamo.
2. En un robot de cocina echamos las semillas molidas, el tofu, el aguacate y el zumo de naranja y trituramos hasta formar una pasta moldeable. Con las manos hacemos unas bolitas y las rebozamos en las semillas de sésamo restantes. Reservamos.
3. Se cortan las zanahorias y las berenjenas en dados.
4. Con una cucharilla quitamos bolitas del calabacín y del mango. Lavamos los champiñones.
5. Vamos montando en los palillos de brocheta todos los ingredientes al gusto (la sugerencia es que lleven 2 champiñones, 2 tomatitos y dos bolitas de tofu cada una)
6. Ya montadas las cuatro brochetas en sus palillos se dejan macerar en una fuente con la salsa mientas preparamos el cuscús.
7. El cuscús es muy sencillo: en el robot de cocina picamos finamente la coliflor (solo la parte blanca) hasta que quede con la textura de la sémola o de un arroz.
8. Metemos las brochetas en el horno bien mojaditas en su salsa y lo ponemos a 200ºC durante 15 min.
9. Echamos unas gotas de aceite en una sartén y enseguida añadimos la coliflor vuelta y vuelta para que quede al dente, casi cruda.
Este plato se sirve con un montoncito de cuscús y albahaca picada y una o dos brochetas.

Salteado largo de coliflor y tofu ahumado (macrobiótico)

Ingredientes:

2 cebollas cortadas en medias lunas

un puñado de alga arame

media coliflor

un bloque de tofu ahumado

Para la salsa

2 cucharadas de mantequilla de almendras

unas gotas de salsa de soja

1 cucharada de kuzu para espesar.

  1. En una sartén saltear las verduras con un poco de aceite y sal.
  2. Añadir el alga arame y el tofu ahumado y seguir salteando.
  3. Tapar y cocer durante 10 minutos. Preparar la salsa en un bol aparte y añadir en el último momento. Remover hasta que espese.

Terrina de patata, coliflor, champiñones y miso

Para 6 raciones

Tiempo preparación: 50 minutos

Ingredientes:

2 patatas grandes

Media coliflor

200 g de champiñones

300 ml de agua

3 cucharadas de miso

  1. Pelar las patatas, lavar los champiñones. Cortar las patatas, la coliflor y los champiñones a láminas bien finas, preferentemente con una mandolina.
  2. Calentar el horno a 180ºC.
  3. Calentamos el agua hasta el punto de ebullición, retiramos y disolvemos el miso.
  4. Preparar un molde de terrina o cake. Lo pincelamos bien con aceite de oliva y hacemos capas de cada verdura poniendo entre cada una, unas cucharadas del caldo de miso.
  5. Cubrimos con papel de horno y cocemos durante unos 40 minutos o hasta que al pinchar, los vegetales verduras estén tiernos.

Retiramos y servimos con una ensalada verde.

* Con informaciones de Adriana Ortemberg, Iona Purtí Prat y Jaume Rosselló-Manetas.

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