Hidratantes corporales

Las hidratantes corporales se aplican tras limpiar y exfoliar el cuerpo. Estos maravillosos productos tienen la capacidad de proteger y calmar la piel. Hidratar la piel tras el baño ayuda a mantener sus niveles óptimos de hidratación durante el día, haciendo que permanezca suave y elástica.

Cómo elegir el mejor producto hidratante corporal:

Lociones corporales: Se trata de fluidos hidratantes ligeros que se absorben fácilmente en la piel. Además de suavizar, pueden perfumar sutilmente la piel si se añaden aceites esenciales a la receta. Las lociones corporales se elaboran generalmente con aceites básicos ligeros y son lo bastante líquidas para emplearse en frascos con dispensador de bomba. Están indicadas para todo tipo de pieles.

Cremas corporales: Similares a las lociones, pero mucho más cremosas y densas, las cremas corporales están elaboradas con aceites básicos y mantecas (como la manteca de karité). Añaden una barrera protectora a la capa más externa de la piel, por lo que contribuyen a restablecer la suavidad, en especial de las pieles secas o agrietadas. Las cremas corporales son la solución perfecta para proteger la piel del frío. Normalmente son demasiado espesas para usar un frasco con dispensador de bomba, por lo que es más adecuado guardarlas en tarros.

Mantecas corporales: Todavía más espesas y untuosas que las cremas corporales, las mantecas corporales son fórmulas muy concentradas que no se absorben tan fácilmente en la piel como las lociones o las cremas. Están sobre todo indicadas para pieles muy secas que precisan de una barrera protectora. Generalmente se elaboran con grandes cantidades de mantecas naturales como la de karité, la de cacao o la de mango.

Bálsamos corporales: Son similares a las pomadas, en las que un aceite básico con infusión de hierbas se espesa con cera de abeja. Los bálsamos no se absorben demasiado rápido en la piel y su misión es proteger la capa más externa de la piel actuando como barrera frente a la pérdida de hidratación.

Barras de loción sólidas: Tal y como indica su nombre, las barras de loción sólidas son prácticas pastillas que contienen ingredientes capaces de suavizar la piel, como mantecas naturales y aceites básicos, que se espesan con cera de abeja y con frecuencia se aromatizan con aceites esenciales. Simplemente hay que frotar la barra de loción sobre la piel y masajear para que la absorba. Pueden tener diversas formas y tamaños, y se almacenan en envases metálicos como latas. Se aplican sobre los labios, las cutículas, los pies y, por supuesto, sobre el cuerpo.

Aceites corporales: Son productos hidratantes líquidos que se elaboran a partir de aceites básicos y aceites esenciales, ideales para usar en masajes. Normalmente se elaboran con aceites esenciales terapéuticos. Entre los aceites básicos de fácil absorción que suelen incluir se encuentran el de jojoba, el de almendra dulce, el de semilla de uva, el de girasol, el de sésamo y el de coco.

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