En caso de diabetes

La diabetes es una enfermedad del metabolismo, tanto de los carbohidratos, como de las grasas y de las proteínas. Se trata de una de tantas enfermedades de la civilización, favorecida por una alimentación errónea en cantidad y calidad, y que tiene un componente hereditario destacado.

Su aparición, tan extendida entre la población, ha ido en aumento en los últimos años. Hace sólo 80 años, tanto en Europa como en América la padecía tan sólo un 0,7% de la población. En 1950 ascendió a un 1,5%. Hoy el porcentaje en España es del 9,4%. Pero en EEUU. Afecta a casi el 40% de la población. La cifra de afectados se ha duplicado en los últimos 25 años y, si no se cambian los hábitos alimenticios, seguirá extendiéndose.

No todos los pacientes diabéticos conocen su enfermedad, pues ésta la podemos considerar en varios grados, y no todos producen sintomatología.

 

Textos: Laura Torres, con informaciones del Dr. Frederic Vinyes (médico naturista)

La diabetes surge cuando el organismo no produce suficiente insulina, o cuando no la utiliza eficazmente. La insulina es la hormona que regula el azúcar en sangre. El resultado de esta enfermedad es la hiperglucemia (aumento del azúcar en sangre), que con el tiempo va dañando progresivamente órganos y tejidos, especialmente nervios y vasos sanguíneos.

La diabetes de tipo 1 (insulino dependiente) se caracteriza por una producción deficiente de insulina y requiere la administración diaria de esta hormona.

La diabetes de tipo 2 se debe a una utilización ineficaz de la insulina y generalmente es causada por un peso corporal excesivo y a la inactividad física.

La diabetes gestacional surge cuando la hiperglucemia aparece durante el embarazo y aunque alcanza valores que son inferiores a los establecidos para diagnosticar una diabetes, son superiores a los normales. Esto aumenta el riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo y el parto, y también de que la madre y el hijo puedan padecer diabetes de tipo 2 en el futuro.

Se dice que una diabetes es clínica cuando la persona presenta ya síntomas manifiestos, por ejemplo cuando nota que orina más de lo normal (poliuria), que tiene más sed que antes (polidipsia), así como más hambre (polifagia), si bien ha disminuido de peso.

¿Qué falla en la diabetes?

Ya hemos dicho que la diabetes era una enfermedad del metabolismo, la cual tiene su origen en una carencia de insulina (que puede ser total o parcial). La insulina es una hormona que segrega una glándula de importantes funciones digestivas, llamada páncreas.

La insulina actúa en la mayor parte de los tejidos de nuestro organismo favoreciendo el paso de la glucosa (elemento energético básico de que dispone nuestro cuerpo) de la sangre al interior de las células, a fin de que pueda ser metabolizada (aprovechada) en ellas.

 

Dieta vegetariana

Es muy importante que el paciente diabético se abastezca de una dieta rica en frutas y verduras, que son alimentos de naturaleza alcalina (excedentes de base), con lo que ayudaremos a neutralizar o combatir la tendencia hacia la acidosis que presenta el enfermo diabético. Recordad que una de las funciones de la insulina es oponerse a la liberación de los ácidos grasos libres que suele ocurrir normalmente en el tejido graso (adiposo).

 

Comer con moderación, ayunar periódicamente

No sólo nos conduce a la diabetes el consumo regular de azúcar, sino también el comer demasiado, porque se formar glucosa en gran cantidad, agotándose la actividad de las células del páncreas destinadas a segregar insulina.

Por otra parte, las células adiposas (que contienen grasa) se hacen más resistentes a la acción de la insulina que las normales, por lo que las personas obesas precisan más insulina.

Con el exceso de peso que suelen mostrar la mayor parte de los diabéticos, a excepción de los llamados «juveniles» (congénitos o de nacimiento) solemos encontrar además agobiados, o sobrecargados en sus funciones: el corazón, vasos sanguíneos, riñones, hígado, etc. A través de una alimentación sana y frugal, ayudaremos a «descargar» el metabolismo alterado del diabético. El ayuno de un día a la semana (de viernes al mediodía hasta el sábado) es un buena práctica higiénica que ayuda al descanso del organismo. Con ayunos periódicos favoreceremos el descanso y reconstitución de un páncreas agotado.

Muchos diabéticos que precisan habitualmente de insulina u otros medicamentos antidiabéticos, pueden prescindir un tiempo de los mismos si se someten a una adecuada cura de ayuno.

Durante los períodos de hambre de las poblaciones (guerras, post-guerras, catástofres naturales, zonas de hambre endémica, etc.) o con alimentación escasa, la diabetes prácticamente desaparece. Por eso sabemos que es una de las llamadas enfermedades de la opulencia.

Representación gráfica de la velocidad de absorción de los carbohidratos de los alimentos.

Representación gráfica de la velocidad de absorción de los carbohidratos de distintos productos alimenticios. Las frutas, productos lácteos y verduras serán parte esencial de la alimentación del diabético, gracias a la moderada velocidad de absorción de sus carbohidratos.

Rehuir cualquier tipo de carbohidrato desnaturalizado (refinado)

Los carbohidratos refinados como el azúcar y la harina «blanca» se absorben muy rápidamente por el intestino, reclamando, por ello, una pronta secreción de insulina por parte del páncreas. Debido a la insuficiencia en la secreción de insulina que padece el diabético, gran cantidad de glucosa («azúcar») que pasa a la sangre no puede ser tomada por las células de los tejidos y en particular por el hígado, perdiéndose en una determinada proporción por la orina.

Los carbohidratos no desnaturalizados, como los que contienen las verduras, frutas, cereales integrales, etc., se absorben lentamente por el intestino que los casi químicamente puros (como los refinados), con lo que no sobrecargan ni agobian de forma tan enérgica una secreción de insulina ya insuficiente por parte del páncreas.

Además, los cereales integrales, frutas o verduras. Precisan de una masticación más prolongada, además de preparar mejor la secreción de saliva y de jugo gástrico. Y consiguen que el páncreas tenga más tiempo para segregar insulina, por lo que el aprovechamiento de la glucosa, y de los carbohidratos en general, será mayor.

Es pues muy importante para el diabético una masticación prolongada, así como el comer despacio. Incluso es preferible hacer 5 pequeñas comidas al día que las 3 habituales pero más copiosas.

 

La importancia de una dieta equilibrada

Las dietas a base de proteínas y grasas, a fin de evitar un aporte excesivo de carbohidratos, no solucionan nada, pues para que las primeras puedan metabolizarse (aprovecharse) precisan de una determinada cantidad de carbohidratos.

Aparte de que los restos metabólicos de las proteínas y las grasas producen un aumento de acidez de la sangre, perjudicando la salud y normal funcionamiento de los riñones, vasos sanguíneos, hígado, sistema nervioso, ojos (retina), etc.

Una alimentación falsa y superabundante, por parte del enfermo diabético, es la primordial responsable de las peligrosas complicaciones que pueden surgir en el curso de la enfermedad.

 

Ejercicio físico y diabetes

Un ejercicio físico moderado y frecuente, practicado al aire libre, es de gran provecho para los diabéticos, pues con él se activa el metabolismo de la glucosa en las células (especialmente en los músculos) de nuestro organismo. Aumenta también la producción de insulina, ya que se mejora la irrigación del páncreas, por el aumento de la actividad circulatoria de los órganos intestinales resultante del ejercicio. El diabético debe practicar deportes moderados al aire libre: gimnasia, caminar, o hacer inspiraciones profundas. Evitaremos siempre llegar al agotamiento.

 

El índice glucémico

Este índice mide la velocidad con la que los carbohidratos de los alimentos ingeridos afectan al nivel de glucosa en sangre. Cuanto mayor sea este índice para un alimento, más deprisa se transformará en glucosa. Este incremento brusco de glucosa pone al cuerpo en alerta, y dispara la producción de insulina.

Por eso, cuando comemos algún alimento con un índice glucémico alto, a no ser que las reservas de glucógeno sean bajas en ese momento, muy probablemente pasará a nuestra reserva de grasas por completo, y, además, hará que pasen la mayoría de los alimentos que se coman a la vez, o se hayan comido algunas horas antes.

Esta es la causa de que engorden tanto los alimentos que contienen grasa cuando se combinan con alimentos con un índice glucémico alto.

Ejemplos de combinaciones nefastas, a efectos e engordar, son las hamburguesas de carne animal y las pizzas. En las hamburguesas (sobre todo si se comen acompañadas del típico refresco de cola), se están combinando la grasa y las proteínas de la carne con el pan (que, por ser –normalmente– muy refinado, posee un IG mayor aún que el pan normal) y, además, con el azúcar del refresco.

Y en las pizzas se combina la grasa y las proteínas de los ingredientes con los carbohidratos de absorción rápida de la base. Por eso las personas que se alimentan muy a menudo con pizzas y hamburguesas llegan a unos niveles de obesidad que antes eran prácticamente desconocidos.

Deberían evitarse todos los alimentos con un índice superior a 60 o, al menos, no comerlos nunca combinados con alimentos grasos.

Recetas para diabéticos

Desayuno. Muesli especial

Ingredientes:

  • 2 cucharadas de copos de avena
  • 2 cucharadas de copos de trigo, o bien cereales parcialmente molidos o machacados, puesto en remojo la noche anterior
  • zumo de manzana (el que sea necesario para que los copos queden bien empapados). Puede emplearse también el zumo de medio limón (pequeño) diluido en agua.
  • 1 manzana bio de tamaño mediano, rallada, a la que previamente se le habrá quitado la parte interna que contiene las semillas y el peciolo
  • 1 cucharada de semillas de lino
  • almendras, avellanas o nueces (de 6 a 8 unidades)
  • suero de mantequilla bio («leche acidificada»), yogur o kéfir, a gusto del consumidor, pero normalmente con algo menos de medio vaso es suficiente.

 

  1. Todos estos componentes se mezclan en un amplio tazón o cuenco con la pequeña cuchara que vamos a tomar el musli.
  2. En la elaboración del musli pueden emplearse también otras frutas, a excepción, para el paciente diabético, de: plátanos, pasas, dátiles, higos secos, ciruelas secas y uvas, debido a su riquiza en glucosa.

Notas del chef. Son muy útiles las semillas de lino recién molidas o enteras, las cuales, aparte de su valor alimenticio, poseen una notable acción laxante. Esto se tendrá especialmente en cuenta en aquellos pacientes diabéticos que padezcan estreñimiento crónico, que es muy importante combatir, porque puede se un agravante en el curso de la diabetes.

Comida 1. Ensalada verde

Ingredientes:

  • Lechuga, zanahorias y remolacha ralladas, cebollas picadas, rabanitos, apio, tomates, aceite, zumo de limón, etc.
  1. Es muy importante que el primer plato de cada una de las comidas del día sea a base de alimentos frescos y en estado crudo.

Comida 2. Revoltijo de hortalizas al estilo mediterráneo y hamburguesa vegetal

Para 4 personas

Ingredientes:

  • 2 cucharadas de aceite (oliva, girasol, etc.)
  • 2 cebollas de tamaño mediano, cortadas a rodajas
  • 1 berenjena, pelada y cortada a rodajas
  • 2 pimientos (rojos o verdes) cortados a trozos
  • 1 pepino pequeño, pelado y cortado en rodajas
  • 1 calabacín pequeño, sin pelar, pero cortado a rodajas también
  • 3 ó 4 tomates pequeños o medianos, pelados y troceados

Condimentos: 1 hoja de laurel, tomillo, orégano, sal y 1 ó 2 dientes de ajo picados.

  • 1 hamburguesa vegetal por persona

 

  1. En una olla que no sea de aluminio (preferiblemente de hierro colado) o en una sartén al fuego, se echa el aceite, las cebollas, la berenjena y los pimientos, hasta que las cebollas empiezan a dorarse.
  2. Se añaden entonces los tomates, el pepino, el calabacín y los condimentos, junto con media taza de agua, colocándose al fuego de la cocina a la posición de pequeña llama o «lento», hasta que las hortalizas estén cocidas.

Notas del chef. Acompañaremos este plato con una hamburguesa vegetal, preferiblemente hecha en casa.

Salir de la versión móvil