El hongo Hericium (“Melena de León”)

Nutrición para el cerebro:  un campeón de la neuroprotección

El hongo neurotrófico Hericium erinaceus posee intensas propiedades regeneradoras que contribuyen a la supervivencia y desarrollo de las neuronas. Ayuda a nutrir el sistema nervioso, por eso se califica como nootrópico.

Los nootrópicos son sustancias que potencian las capacidades cognitivas de la mente y se encuentran de forma natural en algunos alimentos y plantas.

Textos: Blanca Herp

Recuerdo histórico

También conocido con el nombre de Lion’s Mane, es un hongo comestible del todo atípico, que se parece a una larga barba blanca y se utiliza en medicina tradicional china desde hace siglos.

En China es conocido como «hóu tóu gū» y en Japón, «yamabushitake«. Su uso en medicina se remonta a la dinastía Han, hace más de 2200 años. Entonces ya era considerado como un alimento con propiedades medicinales excepcionales.

Betaglucanos y hericenones

El Hericium es un hongo especialmente rico en sustancias bioactivas con propiedades medicinales. De todas ellas, destacan dos: los polisacáridos betaglucanos y los hericenones. Los primeros son fibras solubles que intervienen en el metabolismo de las grasas y ayudan a reducir el colesterol nocivo, mientras que los segundos son compuestos fenólicos que estimulan y mantienen la función neuronal.

Efectos del Hericium sobre las neuronas

Se ha visto que el Hericium logra aumentar la producción de factores de crecimiento de los nervios NGF (Neurone Growth Factor en inglés), unos péptidos conocidos por su papel esencial en la supervivencia y el desarrollo de las neuronas, en especial las del hipocampo, la articulación cerebral de la memorización. Este efecto se debe a las propiedades de los citados hericenones.

  • Este factor NGF es una proteína que permite el desarrollo, el crecimiento y la supervivencia de las neuronas centrales y periféricas. Ésta está implicada en muchos mecanismos:
  • la capacidad que tienen las neuronas de juntarse entre ellas y de formar sinapsis;
  • el mantenimiento de las poblaciones de neuronas con la edad;
  • la presión axonal (una etapa clave en el ensamblaje de los circuitos neuronales, responsable de una parte importante del tamaño final de las neuronas);
  • la plena eficacia de las mitocondrias (las “fábricas” en cuyo interior se convierte la energía) en las neuronas;
  • los procesos de regeneración axonal o de brote consecutivos a los traumatismos (recuperación de los tejidos nerviosos dañados);
  • el aumento de la actividad específica de las enzimas implicadas en la síntesis de las catecolaminas y de la sustancia P en las neuronas sensoriales. La sustancia P está relacionada con la percepción de dolor y la respuesta inflamatoria del organismo;
  • la mejora del proceso de mielinización de las fibras nerviosas.

El péptido NGF lo fabrica un gran número de células, entre ellas las células del sistema inmunitario, pero su producción disminuye con el envejecimiento o en caso de enfermedad. Y no se puede utilizar como tratamiento o como prevención, porque no es capaz de franquear la barrera hematoencefálica. Por eso hay que contar con compuestos naturales de un peso molecular más bajo (para franquear esta misma barrera) capaces de promover la síntesis de dicho NGF en el interior del organismo. Esto es exactamente lo que logra el Hericium, gracias a su riqueza natural en hericenones.

Otros estudios han puesto de manifiesto sus efectos en el caso de personas que padecen trastornos cognitivos, así como su utilidad en la demencia, la disfunción cognitiva y los trastornos de la memoria. Como nootrópico es conveniente un aporte en forma de complemento alimenticio para mantener el efecto; ¡es lógico que los laboratorios que se dedican a obtenerlo estén tan contentos!

Otras propiedades

1. Anticáncer e inmunomodulador. Los polisacáridos que éste contiene posiblemente aumentan el número de células inmunitarias como los macrófagos y los linfocitos T, así commo la producción de óxido nítrico (NO) y la expresión de las citocinas.
Otros estudios han mostrado que los extractos de Hericium aumentaban la actividad citolítica de las células NK, esenciales en nuestro sistema inmunitario, además de otros efectos importantes, como la apoptosis en células precancerosas.

2. Cardioprotector. Los polímeros que fabrica el hongo Hericium tienen propiedades beneficiosas contra los trastornos cardiovasculares. Entre otras, su efecto hipolipidémico, capaz de reducir el nivel en la sangre del colesterol nocivo LDL y de los triglicéridos, aumentando a la vez el nivel de colesterol bueno, con lipoproteínas de alta densidad.

3. Antioxidante. Gracias a su contenido en compuestos fenólicos y en polisacáridos, posee una notable capacidad para neutralizar los radicales libres y para prevenir la peroxidación de las membranas, un fenómeno implicado en el envejecimiento.

4. Un aliado del estómago. Hace varios años, un estudio había mostrado el interés de Hericium erinaceus para el alivio de los dolores de estómago. Esta actividad debe relacionarse con el grupo de saponinas que contiene.

¿Podemos estimular la función neuronal?

Junto a la toma de Ericium, podemos tomar medidas complementarias, como

      • aumentar el nivel de actividad física, así como el aporte de ácidos grasos Omega-3 y vitaminas del grupo B.
      • mejorar las capacidades para controlar el estrés. Para ello, las plantas medicinales adaptógenas también nos ayudarán.

Hoy vivimos una auténtica revolución en el conocimiento de las propiedades de los hongos. El Ericium acompaña también las virtudes del Reishi (Ganoderma lucidum), Cordyceps (Cordyceps sinensis), Shiitake y Maitake, entre otros.

 Para saber más: encontraréis las notas científicas de este artículo en la página web: www.larevistaintegral.net

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