El cuidado de los labios

Delicados y sensibles, los labios necesitan protección y suavidad, ya que tienen tendencia a secarse y agrietarse, especialmente durante los meses de más frío y cuando hace viento.

La delicada hidratación natural de los labios se debe a que carecen de glándulas sebáceas, lo que provoca que se resequen y agrieten con facilidad. También puede ser que nuestro organismo acuse una carencia importante de vitamina B. ¿Solución? Aumenta el consumo de alimentos ricos en esta vitamina: avena, germen de trigo, salvado, levadura, huevos, yogur y brotes de semillas. Conviene aplicar varias veces al día una buena crema hidratante en su delicada piel, o bien un bálsamo labial. Un buen remedio natural para suavizarlos es untarlos con miel y después frotarlos suavemente con una rodaja de aguacate.

4 suavizantes labiales para preparar en casa


Brillo labial

  • 2 cucharadas de manteca de cacao
  • ½ cucharadita de cera de abeja

Derrite la cera y añade la manteca de cacao.

Métela en un frasco y déjala enfriar.


Bálsamo labial

  • ½ cucharadita de cera cruda de abeja
  • 1 cucharadita de manteca de cacao
  • 2 cucharaditas de aceite de soja

Pon la cera de abeja, la manteca de cacao y el aceite de soja en un recipiente para mezclas y calienta con fuego lento y al baño maría hasta que se derrita y adquiera una consistencia clara.

Para comprobar que la consistencia del bálsamo sea correcta, saca unas gotas y déjalas enfriar; aplícalas sobre los labios y, si ves que no se untan fácilmente, añade a la mezcla un poco más de aceite de soja.

Guarda el bálsamo en un frasco pequeño y déjalo enfriar sin tapar.


Suavizante de aceite de calabaza

  • 1 cucharada de aceite de coco
  • ½ cucharada de manteca de cacao
  • ½ cucharada de aceite de calabaza

Derrite todos los ingredientes al baño maría en un recipiente de cristal y mézclalos bien hasta que tenga una consistencia cremosa. Deja que se enfríe la mezcla en el mismo recipiente.


Crema herbal para los labios

1 cucharada de manteca de karité

1 cucharada de aceite de albaricoque

2 cucharadas de infusión de caléndula

 

En primer lugar, prepara la infusión de caléndula, cuélala y déjala enfriar. Derrite la manteca de karité en un bote pequeño al baño maría.

Añade el aceite y a continuación la infusión.

Retira el frasco y tápalo con una tapa de rosca para poder agitarlo bien y que se emulsione la mezcla.
Deja enfriar la crema antes de utilizarla.

Alternativa vegana: para no emplear cera de abeja en tus recetas, puedes probar con crema de karité o bien usar, idealmente, cera de soja, cera de carnauba o cera de candelilla.

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